Begoña Somavilla - AFI2
El
miércoles 26 de noviembre los alumnos pertenecientes a los Ciclos de
Administrativo realizaron una visita a las instalaciones de Mercadona, en
Villadangos del Páramo, población leonesa en la que se encuentra ubicado el
centro logístico encargado de proveer a todas las tiendas de la empresa en el
noroeste de España. Tras realizar una parada a media mañana en La Virgen del
Camino para tomar un café y reponer fuerzas, se emprendió la marcha hasta el
centro logístico de la empresa valenciana convertido en el almacén automatizado
del siglo XXI y un ejemplo perfecto de innovación. Debe tenerse en cuenta
también que la planta de Villadangos es una de las más modernas del mundo tras
una inversión por parte de la empresa valenciana que roza los 300 millones de
euros en Investigación y Desarrollo.
Cuando
las mercancías llegan a esta moderna planta logística provenientes de las
fábricas de sus proveedores o interproveedores (aproximadamente el 90% de los
cuales son empresas españolas que producen casi en exclusiva para Mercadona), siguen
un modelo de circulación con forma de un ocho, siendo la planta leonesa el eje
central al recibir los productos de manos de los proveedores y distribuyéndolos
a los establecimientos para optimizar los viajes. Los camiones van completamente
cargados en su viaje hacia los establecimientos de destino con productos encajados
cual Tetris y posteriormente regresan con los embalajes o los palés vacíos, que
serán reciclados o lavados para volver a ser utilizados e iniciar nuevamente el
proceso. Esta novedosa organización supone una importante reducción de costes
en el transporte, mejorando todo el proceso de logística al concentrar todos
los movimientos en un punto único, optimizando los envíos y reduciendo cada vez
más los procesos de manipulación y envasado.
En
este centro trabajan aproximadamente 400 operarios, de los cuales unos 300 son
supervisores, que se encargan de vigilar que las máquinas lleven a cabo
correctamente el trabajo para el cual han sido programadas y de llevar a cabo
el mantenimiento necesario para prevenir futuros problemas en su funcionamiento.
Durante la visita la guía explicó que una máxima muy importante para la empresa
es la de eliminar los esfuerzos y reducir los riesgos laborales. Así desde que
se recibe la mercancía hasta que parte rumbo a su tienda de destino, el
circuito que recorre dentro de las instalaciones está completamente automatizado para
que sean las máquinas quienes hagan todo el esfuerzo, liberando a las personas
de esa carga. También debe tenerse en cuenta que ciertos productos (maquillaje
y droguería) requieren para su manipulación de la delicadeza de las manos
humanas.
La
empresa dispone de máquinas especiales que se encargan de separar los productos
de sus embalajes y colocarlos sobre una bandeja, identificada con un código de
barras que contiene toda la información pertinente acerca de dicho producto.
Esta bandeja esperará en el almacén su turno hasta ser enviada a la tienda en
la que se necesite, momento en el cual uno de los ordenadores repartidos por el
centro recupere la información concerniente acerca de dónde se ubicó y envíe a
por ella. La presencia de informáticos en el centro es impresionante,
repartidos en diversos puestos. El nivel de automatización de esta instalación
al ser tan importante exige del trabajo de un equipo ágil y capacitado para su
gestión.
La
preparación de los pedidos que van a ser enviados a cada tienda, en contra de
lo que cabría esperar, no resulta tan enrevesado y cada uno de ellos se
gestiona de forma individualizada como si se tratase de listas de la compra
independientes. Mediante el uso de estantes robotizados se van seleccionando
los distintos productos de los que se compone cada pedido repitiendo esta acción
tantas veces como sea necesario.
Además
Mercadona cuenta en sus instalaciones con una impresionante tecnología que
permite colocar y ordenar cada uno de los artículos que componen estos pedidos sobre
un palé de forma que se aproveche al milímetro el espacio disponible para no
transportar aire. Esta máquina lee los códigos de barras de cada uno de estos
productos y es capaz de construir cada uno de los pedidos de forma que los
productos más frágiles ocupen la parte superior y se optimice al máximo el espacio.
Tras completarse el palé, otra máquina se encarga de envolverlo con papel film
transparente y se lleva a la zona de salida de pedidos, donde cada uno de los
establecimientos de Mercadona tienen asignada una "calle". Así todos
los palés que tienen una misma dirección de destino se almacenan en la misma
calle, en espera del momento oportuno en el que llegue el camión que se
encargue de su transporte.
Como
puede observarse, esta innovación tecnológica ha permitido que Mercadona pueda
tener completamente repuestas sus tiendas en un tiempo récord y evitar la
sobrecarga de sus trabajadores. En apenas cuatro horas la superficie que antes
aparecía cubierta de palés, ha quedado completamente despejada.
Mercadona,
fiel a su eslogan de “calidad al mejor precio”, ha buscado reducir costes en
logística mientras fomenta el consumo de productos locales frescos de temporada
(trabaja con las lonjas de Gijón y Avilés entre otras), que reducen sus gastos
de manipulación y envasado, y ofrece en sus establecimientos un 90% de referencias
comunes, mientras mantiene un 10% de productos locales considerados como necesarios.
Además gestiona un servicio de atención al cliente rápido y eficaz, que ofrece
una respuesta personalizada y eficiente, incluso durante algunas de las crisis
más importantes que ha vivido en su breve historia.
Tras
la visita al centro logístico, la fotografía de rigor y una breve parada en
León para comer, antes de regresar a casa.